El fundador
Karl Storz fundó su empresa de fabricación de instrumental de ORL, lámparas frontales y lupas binoculares en 1945. El interés por los sistemas de visión e iluminación y, en suma, por la física aplicada a la medicina llevó a Storz a especializarse en los endoscopios. Le fascinaba la idea de construir endoscopios que permitieran a los médicos obtener imágenes del interior del cuerpo humano. Las posibilidades técnicas existentes en la época eran más que limitadas. La zona de examen se iluminaba con pequeñas lámparas incandescentes de luz débil o se intentaba reflejar la luz desde el exterior hacia el interior del cuerpo a través del tubo endoscópico. Karl Storz se dio cuenta muy pronto de que estos procedimientos no permitían obtener una iluminación suficiente. Entonces, decidió investigar otros métodos más eficientes.
Para ello concurrían en su persona dos cualidades que supo aprovechar: por un lado, el instinto infalible del artesano por el trabajo concienzudo y la búsqueda de soluciones técnicas, y por otro, la fantasía del artista e inventor. La solución que halló para el problema de la iluminación endoscópica se sigue aplicando en la actualidad: una fuente de luz potente generada en el exterior se lleva al interior del cuerpo a través de un cable flexible de fibra de vidrio. Este principio, denominado "iluminación de luz fría", sentó las bases de la endoscopia moderna e inauguró el éxito empresarial de la firma KARL STORZ. Con más de 400 patentes y modelos de utilidad, Karl Storz ha ejercido una influencia decisiva en la endoscopia moderna.